Aunque la primavera y el verano suelen ser las estaciones más elegidas para darse el «si quiero», la temporada de invierno puede ser una perfecta alternativa, y en realidad es la estación más mágica para celebrar una auténtica boda de ensueño. Podéis aprovechar los días fríos del invierno para llenar de calidez ese gran día en el que seréis los protagonistas de un cuento de hadas.

Para la decoración en una boda de invierno lo ideal es incorporar elementos que proporciona la naturaleza en invierno. Es un momento del año en que la vegetación, el campo y hasta la ciudad, tienen un asombroso aspecto y hace todo parezca más elegante y romántico.

Recomendamos las ambientaciones con gran predominio de blanco ya que pueden resultar de lo más mágicas.
Se pueden usar ramas secas para decorarlas con cuentas de collares transparentes que recuerden la nieve y el hielo.
Tonos blanco y plateados son perfectos para decorar este tipo de bodas, también podemos usar troncos y piñas para dar un toque rústico.
Y por supuesto las flores, las blancas son las más adecuadas.

Os mostramos algunos ejemplos.

Feliz día! 😉